Prólogo
¿Qué puede hacer cuando alguien recibe un diagnóstico devastador? ¿Tiene dificultades para comunicar su amor e interés? ¿Hay algo que pueda hacer para marcar realmente una diferencia? En ocasiones no sabemos cómo demostrar que algo nos interesa, tampoco cómo expresarlo y menos si sabemos que los demás lo necesitan.
Durante mi lucha contra el cáncer, mis amigos y familiares fueron extraordinarios. Muchas personas me ministraron durante mi enfermedad. El Señor sabe quiénes son y cuán agradecida les estoy a cada uno de ellos. Aunque no puedo identificarlos en términos de su relación conmigo, mencionaré sus nombres en las páginas siguientes para reconóceles y que sepan que su ministerio de amor vive todavía dentro de mi corazón. Esa es la razón por la que deseo compartir los hechos específicos de amor que hicieron a mi favor al enfrentar a ese enemigo devastador, tanto actos que hicieron realmente una diferencia.
Mi oración es que este pequeño pero práctico libro le ayudé a expresar lo que hay en su corazón y que pueda extender su interés a cualquier ser amado que tenga que enfrentar el cáncer o cualquier otra enfermedad grave. En la paz del Señor, June Hunt. “El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber”, Proverbios 16:21