Así como los nuevos reclutas son enviados a un campo de entrenamiento para aprender a ser soldados, las Escrituras nos enseñan a tomar “las armas de nuestra guerra” y ponernos “toda la armadura de Dios”.
- Entrenará y equipará para la guerra espiritual
- Encenderá tu deseo de regresar a los principios básicos del evangelio
- Reavivará tu pasión por Dios si estás cansado.
- Te activará para alcanzar a un mundo perdido y herido
De modo que nuestras iglesias puedan estar preparadas para los retos de los últimos tiempos, cada cristiano debe estar entrenado, equipado y preparado para el combate. Es tiempo de SER TODO LO QUE PUEDAS SER en Jesucristo.