La mayoría comienza a consumir porque experimenta un profundo vacío.
Este vacío refleja sentimientos de soledad y desesperanza, que dejan a la persona sin palabras.
Adicción significa justamente eso: A-DICCIÓN, sin-palabras.
Pablo Borda comparte su experiencia y su encuentro con Jesús, quien le dio la compañía y sostén para enfrentar ese vacío.