Christopher Schacht comparte sus increíbles experiencias, revelando lo que ha aprendido a lo largo del camino sobre la vida, el amor y Dios, y describe encuentros y percepciones conmovedoras y extrañas que no se encuentran en ninguna guía turística. Christopher Schacht tenía solo diecinueve años y acababa de terminar su formación educativa cuando puso un sueño en marcha. Con solo $50 que llevaba ahorrados, viajó por todo el mundo, confiando solo en su amabilidad, flexibilidad, encanto y disposición para trabajar por su alojamiento y comida. Viajó durante cuatro años, visitando cuarenta y cinco países y recorriendo 100.000 kilómetros a pie, haciendo autostop y en veleros. Se ha ganado la vida como joyero, cerrajero, niñero y modelo. Vivió entre aborígenes y traficantes de drogas y ha recorrido las áreas políticamente más inestables del Medio Oriente. «Mi plan era no tener un plan, solo vivir sin horarios y sin presión de tiempo, donde podría quedarme en lugares que disfrutaba hasta que estuviera listo para continuar».