En 2 Pedro 1:4, el texto hace referencia a ciertas porciones de la Palabra de Dios como preciosas y grandísimas promesas. Grandísimas promesas son aquellas que no se derrumban en los momentos difíciles, sino que ofrecen esperanza en medio de la tormenta. Preciosas promesas son aquellas que encontramos lo suficientemente fuertes como para sostenernos y lo bastante resistentes como para ayudarnos a atravesar la tempestad. Las promesas de Dios se convierten en preciosas y grandísimas para nosotros cuando no hay nada más. Después de escudriñar la teología de las promesas de Dios, el pastor MacDonald revela cinco categorías principales de promesas en la Biblia y las cinco áreas sobre las que Dios hace promesas reiteradamente. Desde qué hacer con el miedo y la duda hasta la bondad de Dios, su ayuda, y la victoria en él; la Biblia tiene mucho que decir acerca de la presencia de Dios en medio de nuestras dificultades.