Los cristianos podemos asumir dos posiciones extremas frente al tema de la guerra espiritual: Ignorarla por completo, lo cual conlleva serios peligros porque el enemigo de nuestras almas trabaja sin cesar para dañar nuestra fe, o enfatizar tanto la lucha contra Satanás que caigamos en la paranoia y la superstición.El autor de este libro pretende ayudar a los cientos de miles de cristianos que en Latinoamérica están inmersos en cualquiera de los dos polos, con el fin de inquietarnos a pelear la buena batalla de la fe, pero de una manera bíblica, que agrade al Señor, y no conforme a las cosmovisiones animistas que han caracterizado muchos de los modernos conceptos y prácticas de la guerra espiritual.