Vivir Muerto es el compromiso de cada creyente de llevar la Iglesia donde todavía no existe. En Juan 12:24 leemos: “si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo.” Morimos a nuestro propio yo, para que Cristo sea glorificado y nuestro mundo sea transformado. Morimos a nuestro propio yo, de manera que Cristo nos pueda usar para dar una oportunidad a quienes no lo conocen.
El Diario Vivo|Muerto es un recordatorio del amor de Cristo y se su voluntad de que toda tribu, lengua, y nación glorifique su nombre. Las treinta meditaciones diarias en este diario.
- Exploran las misiones que tienen como fundamento el carácter de la persona.
- Ofrecen maneras deliberadas de orar por los pueblos de África Oriental que no han sido alcanzados con el evangelio.
- Nos desafían a que pasemos un extravagante tiempo con Jesús.
- Proveen una maravilloso recurso para nuestro tiempo a solas con Dios, para grupos pequeños de estudio, o para énfasis misioneros para toda la iglesia.
El Diario Vivir Muerto fue escrito por 30 autores: 26 de ellos viven en África oriental, uno en Jordania, uno en Tailandia, y dos en los Estados Unidos. A todos los mueve un profundo fervor de que Dios sea glorificado entre los pueblos no alcanzados.