El Camino Del Calvario
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El Camino Del Calvario [Bolsilibro]

 
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¿Con quién comenzará el avivamiento?
 
La vida cristiana victoriosa consiste simplemente en un sometimiento diario de nuestra voluntad a la de Dios, de esa forma somos totalmente quebrantados y limpiados, para vivir en unión perfecta con Él. Sin embargo, cada día aparecen nuevos escritos, usando métodos, técnicas y frases para decirnos que el secreto se encuentra en esto o aquello. ¡Qué complicado se ha vuelto el tema de disfrutar la vida abundante que Cristo ofrece! Para la mayoría es tan acompleja que aunque conozcamos la teoría, somos incapaces de relacionarla con nuestra vida cotidiana.
 
En esta obra, el autor comparte cómo un avivamiento continuo solo se produce cuando existe una disposición a caminar con base en lo que Dios ha revelado en las Escrituras. Cada línea es un desafío dirigido a confrontar el pecado y la "excusa social". Es una invitación a desarrollar pasión por la santidad, por agradar al Señor y por entregarse en favor de otros.
ISBN: 9789589149119
Editorial: Editorial CLC
Referencia de producto: 01500111
Dimensiones: 108 x 170 x 8 mm
Peso: 0,111kg
Cubierta: Rústica
Número de páginas: 160
Idioma: Español

Contenido Libros

Prólogo
1. El quebrantamiento
2. Copas rebosantes
3. El camino de la comunión
4. El camino de la santidad
5. La paloma y el cordero
6. Avivamiento en el hogar
7. La paja y la viga
8. ¿Estás dispuesto a ser un siervo?
9. El poder de la sangre del cordero
10. ¿Inocentes? La decadencia espiritual
11. Una entrevista con el autor 40 años después

Prólogo

Esta obra fue publicada por primera vez en 1950. Con el correr de los años, estoy seguro ahora más que entonces, que las verdades expresadas a través de estas páginas están en el corazón de todos esos movimientos de avivamiento con que Dios restauró a su Iglesia dándole vida nueva en tiempos de aridez y necesidad. Dichos movimientos de avivamiento no son solo gloriosos recuerdos del pasado, sino que están ocurriendo actualmente en varias partes del mundo.

Es cierto que las formas externas de este avivamiento difieren considerablemente, pero el contenido interno y permanente es siempre el mismo, una nueva experiencia de convicción de pecado entre los santos; una nueva visión de la cruz de Jesús y de la redención; una voluntad de parte del hombre hacia el quebrantamiento, el arrepentimiento, la confesión y la restitución; una gozosa experiencia del poder de la sangre de Jesús para limpiar y sanar todas las secuelas del pecado. Un entrar de nuevo en la plenitud del Espíritu Santo y de su poder para hacer la obra a través de su gente; y más perdidos recibiendo a Jesús.

Debido a que esto es exactamente lo que está sucediendo ahora en diversas partes del mundo, estas páginas tienen un significado especial para el lector de hoy, y confío que puedan ser, con la bendición del Señor, el medio de ayudar a que muchos otros lleguen a la cruz y se presenten como candidatos para el avivamiento mediante la confesión del vacío y el fracaso. Ya que el avivamiento no es un valle que se vuelve cada vez más verde, sino un valle lleno de huesos secos a los que se les dio nueva vida y se levantaron en ejército grande en extremo (Ezequiel 37). No significa que los "buenos creyentes se hagan mejores", pues de la forma en que Dios nos ve, no hay ningún creyente bueno, sino más bien creyentes que honestamente confiesan que su vida cristiana es un valle lleno de huesos secos y que mediante esa confesión son calificados para la gracia que fluye desde la cruz haciendo todas las cosas nuevas. Esta obra expresa las verdades presentes en la esencia del avivamiento porque es en sí misma el producto de éste.

En 1930, Dios empezó a obrar de una manera nueva en la iglesia recién nacida en Ruanda, África Oriental. A pesar de ser recién, nacida, ya Llevaba las semillas de la descomposición en su seno. Ésta, sin embargo, era una descomposición que Dios empezaba a transformar en fruto glorioso para el avivamiento. En los años siguientes, la bendición se regó a las iglesias de los países vecinos, Uganda, Kenia y Tanzania. Una gran multitud de africanos y misioneros entre ellos, no solo conocieron a Cristo como su Salvador Personal, sino que empezaron a vivir una calidad de vida que raramente se había experimentado en las iglesias más evangélicas del oeste. Ese avivamiento ha continuado en África Oriental hasta el momento; ya sea en uno y otro lugar, con todas las vicisitudes y batallas que se podrían esperar de un movimiento de vida.

En 1947 yo ya había estado desarrollando la obra evangélica por varios años en Gran Bretaña, pero me encontraba en un estado de gran necesidad espiritual. De alguna forma perdí el control que había experimentado antes, y sin embargo, tenía que continuar dirigiendo campañas evangelistas ¡Qué experiencia tan terrible! Me sentía como aquel hijo de los profetas de la escuela de Elías que perdió su hacha mientras estaba derribando un árbol, al que tal vez le dio unos cuantos golpes con el astil preguntándose ¡por qué no avanzaba su tarea!

Ignorando lo que realmente sucedía, redoblé mis esfuerzos y me volví cada vez más tenso y enérgico, todo lo cual era un pobre sustituto del dulce y penetrante control del Espíritu. Es, por supuesto, solo al mirar atrás, que puedo describir de esta forma mi situación, ya que en ese entonces ignoraba totalmente mi necesidad. No se debe pensar que esta obra representa una contribución exclusivamente mía. Las experiencias registradas en ella han sido vividas junto con otros que en varias partes del mundo han comenzado a transitar de nuevo el camino de la cruz de una manera diferente y nueva. Cualquiera de ellos podría haber escrito estos capítulos en la misma forma. Ésta es también, una confraternidad que se halla en continuo crecimiento ya que un número cada vez mayor de vidas ha sido tocado en todo el mundo por los diversos equipos de trabajo y las numerosas cruzadas que se han desplazado a distintos países. Creo que este hecho ha contribuido a darle fuerza y significado al contenido de esta obra. Uno se da cuenta, por supuesto, que la corriente de bendiciones de la que ha formado parte, es apenas otra de las numerosas corrientes de vida nueva que emanan de la misma fuente que es la cruz y que contribuyen a las profundas necesidades de reavivamiento que tiene la iglesia. “Saliendo de la montaña, el riachuelo crece, inundando el valle como un rio; así, desde el monte de la cruz fluye por siempre la vida abundante”.

Con el curso de los años, han surgido quienes dudan en torno al uso del término “avivamiento” para describir la clase de mansaje y experiencia expresados en este libro, mostrando el hecho de que no pueden ver ningún despertar religioso espectacular que involucre grandes multitudes, y mucho recibiendo al Señor, cosas con las que ha sido popularmente asociada la palabra “Avivamiento”. Por alguna razón no estamos de acuerdo con esta objeción. Por el contrario, hemos insistido tenazmente en las cosas, que después de aprendidas con el correr de los años, se hallan escritas en estos capítulos. Estas son la verdadera esencia del avivamiento y podrían, si se responde a ellas en forma amplia y se aplican correctamente, dar como resultado el más amplio avivamiento de la Iglesia, tan amplio como pueda ser la respuesta al llamado quebrantamiento a los pies de la cruz.

Ciertamente, para aquellos que se han humillado bajo la mano de Dios en ese lugar donde los pecados son lavados, ha significado el avivamiento de sus vidas en el más puro y simple sentido de la palabra. En el presente hay cada día más estrategias de avivamiento en muchos corazones, confraternidades, Iglesias países. Es para que aquellos en cuyos corazones Jesús ha establecido dichas estrategias de avivamiento, se aferren a la visión de que lo que han descubierto y están continuamente descubriendo en su experiencia, es el verdadero avivamiento y que sepan que el establecimiento de estrategias por parte de Dios, sin duda alguna, no es sino el preludio de su invasión de todo poder en nuestras necesidades.

A medida que avanzo en la escritura de este libro, me llegan noticias reconfortantes acerca de invasiones de poder. Éstas son un hecho de que Dios está avivando su Iglesia de un modo cada vez más amplio de acuerdo con su soberana gracia. ¡Quiera Él que estemos preparados para ese día! Esto me lleva a decir una palabra acerca de la necesaria actitud de corazón que debe tener el lector. Si Dios lo ha de bendecir siquiera un poco, a través de estas páginas, debe llegar a ellas con una profunda hambre de corazón. Debe estar totalmente insatisfecho por el estado de la Iglesia en general, y de sí mismo en particular. Debe estar listo a que Dios comience su obra en él, antes que en los demás. Por otra parte, tiene que estar poseído de la santa expectativa de que Dios puede y quiere satisfacer su necesidad. Con mayor razón si el lector es un líder cristiano. El asunto de admitir su necesidad y ser bendecido determinará el grado en que Dios pueda bendecir a la gente a quien ministra. Sobre todo, tiene que darse cuenta de que debe ser el primero en humillarse a los pies de la cruz. Si Llegara a ver necesidad de honestidad con respecto al pecado entre su gente, ésta debe comenzar por él mismo. Fue solo cuando el rey de Nínive se levantó de su trono, se cubrió con cilicio y se sentó en cenizas como señal de arrepentimiento, que su pueblo se arrepintió. Sin embargo, que aquellos lectores que no son pastores, no se sientan tentados a mirar a aquellos que lo son y a esperar que ellos tomen la iniciativa. Dios quiere empezar con cada uno de nosotros. Él quiere empezar con usted. ¡Que Dios nos bendiga a todos! Roy Hesson, Febrero de 1973.
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