Once personajes escogidos cuyo relieve, altura y brillo en el texto de la Escritura, sin desdoro de otros personajes destacables, están por encima de todo cuestionamiento. Once personajes que comparten una característica común: todos aportan elementos de interés creciente en el proceso de la revelación, proceso que va haciéndose más y más atrayente a medida que se aproxima a su conclusión en Cristo.