Así como las plantas no pueden crecer si no tienen ciertos elementos básicos, como luz, agua y un suelo fértil, tampoco los nuevos cristianos, niños en la fe, podrán crecer sin las bases de las verdades fundamentales de la fe, no podrán establecer raíces fuertes, ni podrán llevar fruto.
Adrian Rogers escribió este libro para dar a los creyentes la nutrición y el cuidado que su fe necesita para crecer. Lo que cada cristiano debe conocer busca proveer verdades intelectuales, y también proveer la "nutrición espiritual" requerida para producir una fe madura.