¡Era satanista! Sus cheques para la Iglesia de Satanás lo demuestran. Pero cuando un cajero bancario tuvo el valor de escribir sobre uno de esos cheques: estoy orando por usted en el nombre de Jesús, la vida de William Schnoebelen se trastornó.
He aquí, su verdadera e imponente historia. Verá lo que Satanás puede hacerle a una persona, y lo que Jesucristo puede hacer por una persona.
Si Schnoebelen, que estaba enloquecido por su apetito de sangre y se hallaba a punto de matar, pudo se cambiado por Jesucristo ¡ Cualquier persona puede ser cambiada!.
Si usted alguna vez pensó que algún conocido suyo está demasiado depravado o perdido como para llevarlo a Cristo, ¡he aquí prueba de que puede lograrse mediante la oración!