Prólogo
Por la naturaleza de este manual creo que sería razonable hacer un prólogo al segundo volumen con unas palabras de explicación y advertencia. Debido a que, en el método clásico para la enseñanza del hebreo, o de cualquier lengua, viene primero un estudio de la gramática, es lógico que los maestros y alumnos se dirijan al primer volumen. En el método que yo he usado, y sobre el cual está desarrollado este manual, el estudiante debe dirigirse de las lecciones en el volumen uno, a sus respectivas lecciones en el volumen dos. Debe intentar aprender lo que ya se encuentra en la lectura. Al ojear el segundo volumen no debe desanimarse, sino que, con el fin de que cada encuentro tenga sentido (y sólo a través de tales encuentros se adquiere el conocimiento), la gramática debe ser aprendida a través de la lectura de los pasajes hebraicos. Es importante que al usar este volumen el alumno entienda el sistema numérico, especialmente su lógica. Lea §06. ss. hasta que tenga sentido; luego mire el índice general, y note el Orden lógico y gramatical del material. Como estamos aprendiendo por contexto, y no por temas, el participio (para dar un ejemplo) no se trata en un solo sitio. Al contrario, la descripción y el uso de este se encuentran esparcidos entre las varias porciones de fonología, morfología y sintaxis. La sintaxis del participio está dividida según los diversos puntos principales de la misma. Con esto no quiero sugerir que esta sea la mejor manera de tratar el participio. Si desea estudiarlo todo de una vez, recomiendo que se dirija a Gesenius' Hebrew Grammar. Una palabra más: si a veces la numeración parece tener interrupciones, es porque he intentado diseñar un sistema que servirá para todos mis manuales proyectados, incluyendo el del arameo, el del siriaco, el del babilonio antiguo y, tal vez, otros más que mis exalumnos añadirán a la serie. Quiero recalcar lo que dije en el primer volumen en cuanto al método que uso para transliteración. Mi meta es que el estudiante reconozca דָּבַר como dibber, y dibber como דָּבַר , para que tenga una identificación inmediata del sonido y vista de la palabra hebrea. He comprobado que es posible hacerlo. Esto solo se logra con la participación plena del maestro y del estudiante en el proceso. Recuerde que los estudiantes que están comenzando a aprender hebreo no pueden reconocer la ortografía hebraica con la facilidad que han adquirido los hebraístas habituados. Pero no se detenga con la transliteración. Siga hasta que pueda leer y pronunciar el hebreo con facilidad. En varios puntos me he atrevido a desafiar puntos de vista tradicionales. No es por ningún deseo de mi parte de ser original, porque por naturaleza soy muy conservador, sino que esta idea viene de una amplia lectura de textos en muchas lenguas semíticas. Cuando he propuesto una posición distinta, lo he hecho sobre la base de muchísimos datos que la sustentan. Pero, como mi deseo con este método es animar al estudiante a que aprenda a través de la observación y de desafiar la posición aceptada por media de lo que encuentre en su lectura, no insisto en que acepte mis nuevas ideas, aunque le animo a probarlas. Si la Lectura de mucho hebreo las apoya, está bien. Si no, es aún mejor. El probar una idea incorrecta es el primer paso para hallar la solución a un problema. Los paradigmas, como el resto de este manual, no son como los que encontramos en las demás gramáticas hebraicas. La razón es porque he intentado poner paradigmas sinópticos, es decir, formas comparables que ayudaran al estudiante a ver que es similar y que es diferente entre ellas. No es tan importante, en mi opinión, saber el paradigma entero de un verbo "fuerte", sino saber dónde precisamente los varios verbos "débiles" se distinguen el uno del otro. Así que he colocado, vamos a decir, el D-(pi’el)imperfecto, de tal manera que la comparación de CCC, CGC, NGC, CC, y los otros tipos de raíces verbales se puedan ver en una ojeada. Si desea conocer los paradigmas clásicos, hay muchos libros del primer año de hebreo que los tienen. El vocabulario básico está en dos formas distintas. En el volumen uno, está colocado según grupos básicos de vocabulario, para aprenderlo con las lecciones en el curso de estudio. En este volumen, el vocabulario básico está impreso en orden alfabético. Con referencias completas al diccionario Brown-Driver-Briggs. En los grupos de vocabulario, las palabras están dadas tanto con la ortografía hebraica como con su transliteración. En la lista alfabética, es usada solo la ortografía hebraica. La razón es porque cuando el estudiante está aprendiendo una palabra, debe saber como pronunciarla; pero cuando busca una palabra, debe ser capaz de encontrarla en su forma hebrea. Lamento que para poder terminar este trabajo (he estado trabajando sobre esta edición casi cuatro años) he omitido un Índice. Para compensarlo de alguna forma he dado una tabla de contenido muy completa donde se puede encontrar casi cualquier tema y referencias cruzadas en selecciones pertinentes. Además, si el estudiante principiante, sigue el método que yo he planteado, no necesita un índice detallado el cual sí necesita el estudiante adelantado. Espero tener un índice en la próxima edición, si la hay. Entre tanto números y referencias seguramente habrá errores. Por favor comuníquelos a la editorial para corregirlos en una edición futura. Ahora, diríjase al volumen uno, y comience en la primera lección. ¡Que Dios le bendiga en su deseo de aprender más acerca de Él a través de su Palabra, la Biblia hebrea! William Sanfrod LaSor 1978