La maternidad es un reto para toda mujer, y a la vez la mejor oportunidad para sembrar en el mejor terreno el fruto del espíritu santo. Asidas de la gracia de Dios, entre pañales y clases de música , entre tareas y labores domesticas, robandole tiempo al tiempo cuando llegamos tarde del trabajo y postergamos el cansancio para sembrar cada día: Amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza, con la certeza de que producirán una cosecha abundante.
En este libro mamá encontrará la fortaleza para no rendirse y sembrar aquello que es mejor,.