Sexualidad, pareja, familia, servicio, propósito y la relación entre padres e hijos son temas de los que se ha escrito en muchos ámbitos, pero de qué sirve abordar estos asuntos si al final del día no nos hemos acercado más a Dios, qué utilidad genera profundizar en cada uno de estos escenarios si al final de cuentas no es a Jesús a quien estamos buscando. Permíteme decirte que si al final de un consejo, de un libro o de una oración no es a Jesús a quien estás amando, es porque en ti hay más preocupación por el aquí y el ahora que por lo eterno.
Precisamente este es el propósito del libro que tienes en tus manos: que al abordar asuntos tan terrenales como las relaciones de pareja, el valor de ser soltero, el sexo, las expectativas del matrimonio o el vínculo entre padres e hijos, en cada uno de estos aspectos puedas conocer a Jesús y entender el propósito divino que hay tras cada uno de estos temas. De hecho, al pasar por cada una de estas páginas encontraras que, desde la soltería hasta el matrimonio o desde tu casa con tus padres hasta tu hogar con tu pareja, en cada faceta hay un llamado a vivir y pensar de manera bíblica y, consecuentemente, el gran de reto de ser una persona contracultural por causa de haber sido abrazado por el amor de Cristo.
Es por esta razón que el corazón de la pureza no es un esfuerzo aislado desde mi individualidad por querer ser agradable a Dios, muy por el contrario, el anhelo de ser puro delante del Señor parte del entendimiento de que Él en su infinito amor te ha escogido, alcanzado, abrazado y te ha vestido de gracia y bondad. Al final de este recorrido entenderás que se no trata de ti, sino que el Corazón de la Pureza, más que un ideal, es un Persona: Cristo Jesús.