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PROPÓSITO PARA VIVIR
¿Existe algún propósito para mi vida? La gente que vive a lo largo y ancho del mundo anhela conocerlo. Sin embargo, muchos no pueden hallarlo. Como sucede con muchas personas, uno de los trágicos personajes de Shakespeare buscaba su propósito por medio del poder. Macbeth asesinó al rey de Escocia, tomó el trono, y lentamente se dirigió a su propia destrucción. Los espíritus del pasado lo atormentaban, estalló una cruenta guerra civil y su esposa enloqueció hasta morir. En su desesperación, Macbeth pronunció estas palabras, resultado de sus oscuras reflexiones acerca de la falta de propósito en su vida: “¡Apágate, apágate luz efímera! La vida no es sino una sombra ambulante, una perdedora que camina soberbia y espera impaciente su hora de subir al escenario. Cuando lo haga, no será escuchada más. Es un cuento relatado por un necio, que aturde y habla con furia, y al final carece de significado”. (Acto 5, escena 5). No obstante, la vida no es una obra de Shakespeare que se pone en escena y después se desvanece.
Dios nos creó con un propósito sobrenatural. Fuimos creados para reflejar a Dios, y esto es maravilloso. Si es usted un cristiano auténtico, poco a poco será transformado hasta llegar a ser como Cristo. “Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor” (2 Corintios 3:18).
SUICIDIO
“Solo quisiera morir”. Esta dolorosa confesión ha sido declarada reiteradamente y con resultado trágicos. Estas tres palabras ponen en evidencia el alma sumida en las profundidades de la desesperación. Toda la esperanza se esfumo... y lo mismo ocurre demasiado pronto con la vida. Nadie está exento de querer este camino oscuro de “escape”. Hombres y mujeres, jóvenes y viejos, ricos y pobres, todo se encuentran entre dichas estadísticas fatales. Sin embargo, la mayoría de las personas que contempla el suicidio realmente no quiere morir, sólo quiere que acabe el dolor. Su carga parece demasiado pesada para soportar. Si usted está batallando, si esta desesperado, si esta considerando quitarse la vida, comprenda que: El Señor anhela sanar su corazón y devolverle la esperanza. Acuda a Dios con absoluta honestidad acerca de su dolor. Dígale: “Pero a mí que estoy enfermo y afligido levánteme, Dios mío y sálvame”, Salmo 6:29