Prólogo
Este libro revela el plan de Dios para conseguir un matrimonio según el orden divino. Es la voz combinada de miles de mujeres que me han enviado sus relatos de pesar y desengaño, y de las glorias de un amor recuperado. Las siguientes páginas están repletas de instrucciones sencillas, ejemplos y muchas cartas de algunas que hicieron lo incorrecto y cosecharon el fruto amargo, y de otras que hicieron las cosas como Dios manda y hoy en día beben de una fuente de vida.
Yo no soy ninguna escritora profesional que ha coleccionado y editado material de otros escritores y oradores. Soy una feliz esposa, madre y abuela creativa, que educa en el hogar, y que hace muchos años, por la gracia de Dios, encontró la voluntad de Dios por medio de Su Palabra escrita, la instrucción de mi marido y el ejemplo de mi madre. He seguido el instructivo y he disfrutado los frutos bendecidos del amor por muchos años. Escribo porque lo que yo he disfrutado es demasiado bueno para darlo como legado solo a mis hijas y a unas cuantas mujeres que puedo alcanzar una por una. Dios ordena a las mujeres mayores que enseñen a las jóvenes las maravillas de ser esposa. No puedo concebir una mejor manera de obedecer este mandamiento, que escribiendo acerca del hermoso plan de Dios para el amor.
Con las instrucciones de la palabra de Dios puedes llegar a ser una esposa que es un verdadero regalo del cielo, sin importar que clase de persona hayas sido en el pasado. Aún puedes ser el sueño realizado de tu marido, y en el proceso se harán realidad tus sueños también. Sí, ¡puedes elegir el curso de tu propia vida! Algunas mujeres están luchando contra su situación actual sin lograr absolutamente nada. Luchas contra tu marido, y cada golpe verbal que anotas deja una herida en ti también. Es tiempo de dejar de luchar con contiendas, amargura, frustración y desilusión.
Estás a punto de leer el plan de Dios para un matrimonio gozoso. Ha funcionado para mí, para mis hijas, para mi madre, mi abuela, y mi bisabuela. Ha funcionado para muchas mujeres más, jóvenes y mayores. No es que por casualidad nos hayamos casado con hombres perfectos, ni siquiera salvos, pero todas aprendimos a ser Ayudas Idóneas para nuestros esposos, y el resultado ha sido matrimonios maravillosos. Vas a aprender cual es el desafío de Dios para la mujer, el papel como ayudante adecuadamente preparada. Comentaremos lo que dice la Palabra de Dios respecto a la ayuda idónea; qué es lo que hace, lo que no debe hacer y las recompensas que puede esperar.
Cada día es una decisión, cada hora un reto y cada respuesta nos encamina, ya sea hacia las arenas movedizas del divorcio, o a la tierra firme de ser bendecidas como "coherederas de la gracia de la vida". Como lo he descrito anteriormente, mi matrimonio comenzó de manera algo espontánea, pero no de manera perfecta. En nuestros primeros años, experimenté una cantidad considerable de derrota. En una ocasión hasta le arroje piedras a mi esposo. Con el tiempo supere eso; pero de tiempo en tiempo le arrojaba palabras mordaces, con mucha mayor presión, dolor y efectividad. Por la gracia de Dios, finalmente descubrí el camino hacia un matrimonio maravilloso. No fue algo que haya adoptado de un día para otro, sino que se fue perfeccionando en mí por la gracia de Dios. El resultado vale, repetidas veces, cada sacrificio que haya costado. Siento un deseo apremiante de compartir este conocimiento glorioso con todas las mujeres jóvenes. Si te vuelve a Dios, pidiéndole que te abra los ojos ante sus instrucciones para las esposas, Él te abrirá su Palabra, así como lo ha hecho para mí hace tantos años. Tal como mi madre me enseñó, así te enseño a ti. Debí Pearl.