Cuando comparas las tarjetas, una parece ser más grande que la otra. Cuando las cambias de posición la que parece más grande ahora parece ser más pequeña, y la más pequeña ahora parece ser más grande.
TARJETA UNO:
Levanta ambas tarjetas con la curva hacia el lado derecho. ¿Cuál es más grande, la roja o la verde? ¡Ambas son idénticas! Nuestros ojos a menudo son engañados por ilusiones ópticas. Hablando de ojos, ¿venderías uno de tus ojos por $1 millón de dólares? ¿Qué tal ambos por $20 millones? Nadie en su sano juicio lo haría. Tus ojos no tienen precio, aunque solamente son las ventanas de tu alma. Jesús dijo precisamente que tus ojos no valen nada comparados al valor de tu alma: “Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al Infierno” (Marcos 9:47). Jesús preguntó, “¿Qué provecho obtendrá un hombre si gana el mundo entero, pero pierde su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma?” (Mateo 16:26). No hay nada más importante que tu salvación. ¿Tú crees que irás al Cielo cuando mueras?
TARJETA DOS:
Examínate a ti mismo yendo a través de los Diez Mandamientos: ¿Cuántas mentiras has dicho en tu vida? ¿Alguna vez has robado algo? (no importa el valor). ¿Has cometido adulterio? (Jesús dijo, “Cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adultero con ella en su corazón” – Mateo. 5:28). ¿Has asesinado a alguien? (Dios considera que odiar es lo mismo que matar – 1st Juan 3:15). ¿Has amado siempre a Dios sobre todas las cosas? Sé honesto. Tú sabes que serás encontrado culpable en el Día del Juicio y por lo tanto acabarás en el Infierno. Pero Jesús demostró cuánto nos ama Dios, al morir en la cruz para recibir nuestro castigo y después resucitar de entre los muertos. Arrepiéntete hoy mismo, (confiesa y dale la espalda a tu pecado) y confía en Jesucristo. Lee la Biblia diariamente, y obedécela. Dios nunca te fallará.