Prólogo
En la película enfrentando los Gigantes, Grant Taylor, un entrenador de fútbol de la Academia Cristiana Shiloh, recibe una lección espiritual inesperada de parte de Mr. Bridges, un guerrero de oración. Cuando el entrenador le dice a Mr. Bridges "No veo que Dios este obrando aquí", el guerrero de oración le responde con una historia:"Grant, escuche una historia sobre dos granjeros que necesitaban con desespero que lloviera. Ambos oraron para que cayera la Lluvia, pero sólo uno de ellos salió a preparar el terreno para recibirla. ¿Cuál crees tú que creyó en que Dios iba a enviar la lluvia?" "Bueno, pues el que preparó el terreno para recibirla". ¿Cuál de los dos eres tú? Dios enviara la lluvia cuando Él esté listo. Necesitas preparar tu campo para recibirla". ¿Cómo te preparas para la lluvia? ¿Cómo cultivas la tierra de tu vida a fin de prepararte para el fluir de Dios? ¿Cómo aras un terreno improductivo? ¿Esperas con expectativa y con paciencia la actuación de Dios? Deseo que Dios envíe la lluvia. Deseo verlo obrar en mi vida: deseo ver avivamiento en la iglesia. Deseo abarcar todo lo que Dios tiene para Cuando leo historias sobre despertares y avivamientos en el pasado, sueño porque esto pasó en mi iglesia y en el curso de mi vida. Sueño porque la historia se vuelva actual. Deseo prepararme para la lluvia y observar a Dios cuando la envíe. Pero debo admitir que hay momentos en que me sentí tan árido y descorazonado como Grant Taylor, y no veía a Dios obrando. El si estaba obrando, Pero no de la manera que yo esperaba. Dios estaba preparando mi corazón para el crecimiento y avivamiento al darle un giro al arado en mi vida y desenterrar cosas que yo no quería tratar. Como en la parábola del sembrador en Mateo 13, el problema no era, el sembrador ni la semilla, sino la tierra. Mi terreno necesitaba ser arado. “Deseo que Dios envíe la lluvia Deseo ver avivamiento en la iglesia. Deseo abarcar todo lo que Dios tiene para mí.” Sirvo como pastor en la Iglesia Bautista Sherwood en Albany, —una congregación Georgia recientemente ha recibido mucha atención. La inauguración de la empresa Sherwood Pictures en el año 2000 volvió visible una comunidad de cincuenta y dos años, lo cual nunca imaginamos que fuera posible. Con las dos primeras películas Rueda Volante y Enfrentando los Gigantes hemos ampliado el impacto y la influencia de este grupo local mucho más allá de nuestro "Jerusalén" Hemos escuchado acerca de vidas que han cambiado por todo el mundo. Me han preguntado cientos de veces, ¿Por qué una iglesia está filmando películas?" Esta es una pregunta difícil de contestar y pienso que no viene al caso. La pregunta más apropiada seria ¿Cómo puedo superar mis obstáculos personales y creer que Dios es algo más grande que yo?" Adicionalmente hay otra pregunta: ¿Cómo puedo creer en un Dios de avivamiento que le dé energía y poder a la iglesia de manera que lo veamos hacer lo imposible? Para responder estas preguntas necesito compartir contigo mi historia y la historia de la Iglesia Bautista, Sherwood, una congregación que ha aprendido confiar en Dios para grandes cosas y que nos contenta con el status quo.