Teresa de Ávila (1515 - 1582), una monja de la Orden de las Carmelitas, fue atacada por una enfermedad tan grave que le paralizó las piernas durante tres años. Después de esa experiencia, su búsqueda apasionada por Dios y la oración continúa afectando la vida de muchos hoy día. En una vida de oración se evidencia su deseo de que todos los hombres y mujeres conozcan a Dios íntimamente: "En este estado de oración, el alama se da cuenta de que Dios está haciendo su obra sin ninguna presión al intelecto. Se queda simplemente maravillada al ver actuar al Señor como un buen hortelano del alma" Bajo las sombras de la Inquisición española, Teresa escribió hermosas obras que hablan al corazón de todos los cristianos. Como editor, James Houston dice: "Ella nos habla en vívidas metáforas que iluminan el camino del espíritu, en forma delicada y sin fingimiento" Sus obras, y sin duda su vida, demuestran que todos podemos experimentar una vida de oración.