Prólogo
En estas páginas haré mi mejor esfuerzo para comunicar con profundidad sencillez y claridad LO QUE DIOS PERMITE Y PROHÍBE EN LA VIDA SEXUAL MATRIMONIAL. Es mi anhelo que usted no solo esté dispuesto a aprender, sino también a practicar. Este libro tiene un gran complemento. Se trata de mi libro SEXUALIDAD CON PROPÓSITO. En él trato de comunicar una de las verdades que revolucionó mi vida. El día que aprendí a vivir conforme al propósito para el que fui diseñado, toda mi vida cambió. Quien escribe es un hombre feliz. No tengo todo lo que quisiera, pero Dios me ha dado todo lo que necesito para cumplir la razón de mi existencia. Y desde hace algunos años estoy haciendo lo que Dios diseñó que yo hiciera. La felicidad la encuentra quien hace en este mundo lo que el Creador de este mundo determinó que haga.
Cuando descubrí el sentido de mi vida, entendí que todo lo que Dios hace tiene un propósito y que todo lo que hacemos fuera de Su propósito (es decir, cuando determinamos vivir conforme a nuestra voluntad o imaginación), lo queramos o no, da como resultado una vida de gran frustración.
Mi propia práctica saludable, así como la extraordinaria revelación bíblica, me han convencido de que la experiencia sexual es una experiencia única y encantadora. Es estimulante y apasionante.
En este libro comparto lo más que puedo acerca de lo que he aprendido sobre la vida sexual matrimonial en la Biblia y en mis estudios profesionales sobre el hombre y la mujer. Este libro está dirigido a aquellas personas a las que les importa lo que Dios piensa y desean disfrutar de las hermosas consecuencias de la vida de obediencia.
La intimidad integral es fabulosa. No solo se disfruta, sino que es buena y necesaria. Mi interés al escribir para ustedes es brindarles información preventiva, no solamente curativa, de los males de la vida conyugal. Intento que los jóvenes o las parejas recién casadas tengan acceso a información importante con el fin de prevenir conflictos innecesarios. Muchas parejas han pasado, o están pasando, por un gran dolor en su relación conyugal por la falta de preparación en el área de la intimidad; es decir, una falta de acuerdos bíblicos que les guíen a una práctica saludable de la intimidad en forma física, emocional y espiritual.
Si al final de su lectura han comprendido que en su relación conyugal no deben existir relaciones sexuales físicas sino de intimidad de corazón, entonces entendieron mi mensaje. Si ambos comprenden que la satisfacción en la intimidad física es el producto de tener una buena intimidad espiritual y emocional con su pareja, entonces no solo entendieron mi consejo, sino la intención divina revelada en las Sagradas Escrituras.
Únanse con gran amor y respeto en esta maravillosa aventura que les ayudará a encontrar los más hermosos tesoros. Esto, a su vez, les permitirá tener una intimidad tal como fue la intención divina.
Inicien este viaje con un profundo deseo de agradar a Dios y de respetar la vida espiritual, emocional y física de la persona que aman. Este viaje les proveerá de los elementos esenciales para tener relaciones sexuales que exaltan la dignidad humana, producen gran satisfacción y honran al Creador de una de las experiencias humanas más íntimas y hermosas. Solo al entender el propósito de la sexualidad podrán cumplirlo y únicamente al entender lo que Dios acepta y rechaza vivirán en obediencia.