Prólogo
¡NIÑOS A LA OBRA!
¿Alguna vez se te ha ocurrido una idea que sonaba muy bien para un proyecto o programa, y se la llevaste a Dios pidiéndole que la bendijera? Estoy segura de que sí te ha sucedido. Talvez, al igual que yo te has dado cuenta de que algunas veces en su bondad. Él bendice ese plan, pero que otras luchamos y nos fatigamos tratando de llevarlo a cabo con nuestras propias fuerzas. Sin embargo, es tan diferente cuando reconocemos lo que Dios ya está haciendo, nos unimos a su plan e invertimos nuestras energías en esas ideas y estrategias. Esta es una de las razones por la que yo soy tan apasionada en cuanto a los niños y la oración. No creo que estés tema haya sido idea mía ni de nadie más; sino el plan soberano de Dios para atraer hacia Él los corazones de los niños por medio de la oración. Dicho plan se evidencia por el desarrollo de un movimiento mundial de oración que cambia vidas. En el libro Cuando las madres oran, compartí mis experiencias, las de muchas otras madres y abuelas que oraron por sus niños y adolescentes. Relaté como nosotras, las mujeres que oramos, fuimos transformadas; como cambiaron las escuelas y universidades; como Dios encendió la pasión por El en nuestros hijos; y como, perseverando en oración aun los hijos pródigos vinieron a Cristo. Mientras escribía ese libro y desde su publicación, todo el tiempo se hizo notoria la relación que existe entre dos hechos: cuando oramos por nuestros hijos y buscamos fervientemente a Dios para su bien, ellos también se convierten en personas de oración. Una y otra vez vi la verdad en la observación del autor E. M. Bounds: "los Samueles que oran provienen de Anas que oran" Al hablar con mujeres de los Estados Unidos y alrededor del mundo, escuche cosas maravillosas que hizo Dios como resultado no solo de las oraciones de intercesores adultos, sino de niños y jóvenes adolescentes que se reúnen en los campos junto al asta de la bandera para orar por sus compañeros de clase y por sus escuelas; estudiantes que oran en miles de nuevos grupos de oración en las escuelas secundarias; niños que asisten a conferencias de oración global o que hacen caminatas de oración in situ e interceden por los legisladores, los vecinos e incluso por los prisioneros. Me llené de sorpresa, Bozo y reverencia cuando escuche las histories de una niña de nueve años cuya intercesión por Mongolia ayudo a iniciar un avivamiento espiritual en ese país; de un grupo de 400 niños en una iglesia de Texas que or-6 fielmente durante la batalla contra el cáncer que libro su ministro; y de los muchos niños, sobre los cuales leerás en este libro, que oraron por padres, amigos, misioneros, líderes del gobierno, abuelos, e incluso sus gatos. Al investigar lo que Dios está haciendo en los niños y jóvenes, se abrió en mi mente una ventana de entendimiento que la inundó de luz, y trajo consigo historias y testimonios de lo que sucedió cuando los niños oraron. Percibí que Dios quiere que ellos se unan a la ola de oración que se mueve por el mundo hoy. A medida que los adultos oran por ellos y los apoyan, estos niños están creciendo como intercesores de su generación. En las siguientes páginas encontrarás historias de chicos que están respondiendo al llamado de Dios a orar. Descubrirás la influencia que los padres pueden tener, como los líderes de niños los están equipando, y como grupos de jóvenes intercesores están formando redes globales para enlazar a muchos de estos grupos de oración. En el proceso, consideraras la manera de apoyar y equipar a tus propios hijos para la oración y de ayudarlos a desarrollar una amorosa relación con Dios, la cual durará toda la vida. Y como la oración comienza en el hogar, encontrarás ideas prácticas y sugerencias sobre como animarlos en su vida espiritual. Explorarás consejos sobre cómo: • Orientar y modelar una oración efectiva. • Llevar a tus hijos de su asombro natural a la adoración. • Integrar la oración at estilo de vida diario de la familia, en formas naturales y divertidas, sin importar cuan ocupado estos. • Guiar a tus hijos para que oren como siervos compasivos, en lugar de solo hacer peticiones centradas en "sí mismos". Conducir a algunos niños o a un grupo grande para que entren en la presencia de Dios en intercesión y escuchen aquello por lo cual Él quiere que oren. Motivar a niños con diferentes inclinaciones e intereses a emocionarse por la aventura de la oración y desarrollar la confianza de orar en cualquier momento y en cualquier lugar. Este libro ayudará a los padres para que guíen a sus hijos a conocer a Dios, amarlo y comunicarse con El a través de la oración. Pero Cuando los niños oran también es para maestros de escuela dominical y de escuelas cristianas, ministerios de niños, y todo el que desee brindarles ayuda para que aprendan a orar. Además, les puedes leer las historias del libro a los chicos para ayudarlos a descubrir lo que sucede cuando los niños oran e inspirarlos en su propia vida de oración. Cuando invitamos, equipamos y liberamos a los niños para que oren, el Espíritu Santo obra en ellos y ocurren cosas maravillosas. Mientras los guías, aprendes de ellos, observas los resultados, y tu relación con Dios en oración se hace más profunda. Entonces, a medida que lees estas páginas, pídele a Dios que te revele cómo puedes conectarte a lo que Él ya está orquestando en medio de los niños y jóvenes por medio de la oración. Incorpora las sugerencias que funcionen mejor para ti y para tus hijos. Llego sigue adelante en un viaje que estará lleno de aventuras!