Prólogo
Actualmente se libra una guerra, una guerra espiritual. La batalla es intensa y muy real. De manera agresiva Satanás está tratando de robar y destruir a nuestros hijos, familias, la nación, y el mundo. Aun así el cristiano tiene armas potentes contra los poderes de la oscuridad. Pablo nos recuerda en 2 Corintios 10:4: "Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. ¿Cuáles son estas armas divinas? La Palabra de Dios, la oración y el nombre de Jesús.
"Cuando las Madres Oran" se ocupa de las madres que usan sus armas divinas. Este libro proclama de manera poderosa la victoria que es nuestra cuando oramos. Presenta historias de mujeres que no solo leen acerca de la oración, escuchan casetes sobre la oración, y van a seminarios en los cuales hablan de la oración, sino que oran. Ellas creen la promesa de Jeremías 33:3: "Clama a mí y yo to responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces". Estas mujeres se mantienen en la brecha intercediendo por otros, pues saben que sus oraciones hacen una diferencia eterna. Este es uno de esos poco libros que usted simplemente no puede dejar de lado porque trae esperanza, y un amor y confianza en el Señor más profundos. Estoy sumamente agradecida porque Dios puso este libro en el corazón de Cheri. Él sabía que ella capturaría los corazones de las madres que oran para plasmarlos en el papel. Su pasión celo y compromiso personal con la oración, dan gran credibilidad al mensaje.
Cheri recibió de Dios, en serio, esta tarea, y fielmente redactó sus milagros para transmitir el legado de su fidelidad, omnipotencia, soberanía y bondad cuando responde a las oraciones de sus hijos. Todo esto está plasmado en cada página. Los corazones de las madres incluidas en este libro me tocaron tanto, que yo reí, lloré, fui inspirada, bendecida, animada y convencida, y a veces todo al mismo tiempo. Mientras leía el libro, estaba orando y ayunando por uno de mis hijos. Muchos de los versículos y los testimonios me confrontaron tanto, que debía parar y meditar en silencio en ese mismo instante. Mientras el Espíritu Santo hablaba a mi corazón, yo decía: "Sí Señor, este es el versículo que necesito en este momento", y lo escribía en mi diario, en la sección de uno de mis hijos en particular y luego oraba por el de acuerdo al versículo.
El libro también contiene numerosos principios e ilustraciones que igualmente escribí en mi diario, como asuntos personales de los cuales el Espíritu Santo me convenció. Este no fue solo un dulce tiempo de aprendizaje, sino también un tiempo durante el cual me liberé de algunas cargas. Cheri nos acerca a las hermanas en Cristo que están alrededor del mundo. Ella nos recuerda que nuestro corazón es el mismo para nuestros hijos, y que nuestras oraciones por ellos son las mismas. Verdaderamente, en todo el mundo se escucha clamar en coro: Derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza a él tus manos implorando la vida de tus niñitos... (Lamentaciones 2:19). Yo aprecio la forma como nos anima acerca de que no debemos llevar solas las cargas que tenemos por nuestros hijos. Madres Unidas Para Orar ofrece una atmósfera segura, confidencial y de amor donde a través de las oraciones, las cargas se hacen más livianas, se eliminan temores, se encuentra consuelo, se fomenta el amor por nuestros hijos, se desarrollan amistades profundas, y hay crecimiento espiritual. Como de manera hermosa lo expresa Cheri: "Un tiempo regular de oración semanal, con otras mujeres, puede sacarnos de la depresión, y abrir ventanas de fortaleza y oportunidades". Deseo profundamente que usted lea este libro, el cual querrá leer una y otra vez. De manera amorosa, éste nos lleva de nuevo a la verdad de que la voluntad de Dios puede ser hecha en la tierra como en el cielo, si nosotras solo oramos.
Las siguientes palabras de John Wesley son citadas con frecuencia: "Dios no hará nada en la tierra a menos que sea en respuesta a las oraciones de los creyentes". ¿Quién intercederá por nuestros hijos, familias y escuelas? ¿Quién penetrará la oscuridad con sus fervientes y persistentes oraciones? ¿Usted? Si no está orando por sus hijos, ¿quién lo hará? Amado Padre celestial: haz que cada persona que lea este libro tome en serio la oración como el más grande privilegio, responsabilidad y mandamiento que tenemos los cristianos, no solo cuando tenemos deseos de hacerlo, sino también cuando no. Usa este libro para encender el corazón de las madres alrededor del mundo a fin de que te busquen, crean tus promesas y se paren en la brecha por sus hijos. Haz que las madres conozcan la promesa del Espíritu Santo acerca de que sus oraciones hacen una diferencia eterna. Haz que este libro provea la fortaleza y el ánimo que cada madre necesita para criar a sus hijos en amor y amonestación del Señor, sin desmayar. Haz que se creen miles de grupos de (Madres Unidas Para Orar) como resultado de que ellas decidan sacar tiempo de sus horarios tan ocupados para dar a sus hijos el regalo de sus oraciones. Haz que cada madre sepa que tú harás lo imposible si ellas tan solo te lo piden. Usa este libro para tu honra y gloria. Satanás no quiere que este libreo sea leído, porque sabe que si la más débil de las santas se arrodilla, será derrotado. Por esto, protégelo y ponlo en las manos de toda persona que tú quieres que lo lea. Haz que cada madre sepa que no se encuentra sola en la batalla y que está del lado de los vencedores. Da ánimo a su corazón al saber que tú la amas y no la dejarás. Oro en el poderoso y precioso nombre de Jesús, amén.
Fern Nichols- Fundadora y Presidenta de Madres Unidas Para Orar.